LA INICIATIVA CONSTITUCIONAL CUENTA CON EL RESPALDO DEL PRESIDENTE Sr. EVO MORALES.
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2 comentarios:
Gran tema a Opinar se ha dicho
La decisión de Evo Morales de consagrar una renuncia constitucional a la guerra es una mera aspiración pacifista sin efectos prácticos futuros. Si bien son valorables los deseos de paz y tranquilidad de Morales para el pueblo boliviano no se debe olvidar que la guerra es en sí el agotamiento de la razón, y a su vez, el agotamiento del derecho o al menos de su efectividad como regla de comportamiento social, siendo estéril en términos prácticos cualquier prohibición normativa constitucional. Cabe preguntarse en caso de guerra civil en Bolivia ¿importará a los insurgentes que la Constitución les prohíba hacer guerra? ¿Acaso el pueblo boliviano no reaccionará en el supuesto de una agresión invasiva de otro país? Acaso los bolivianos dirán: Lástima, no podemos defendernos porque la Constitución nos lo prohíbe.
Fuera de la ineficacia práctica, la consagración normativa de esta prohibición podría arrastrar una serie de consecuencias para el Estado boliviano en materia de responsabilidad patrimonial, pues en casos de guerra sea civil o internacional toda actuación será considerada antijurídica, habilitando a los particulares para la obtención de las famosas indemnizaciones por responsabilidad extracontractual, más las posibles intervenciones del Tribunal Constitucional en este tipo de situaciones, lo que sería nefasto en períodos de guerra.
En resumen la consagración sería ineficiente en términos prácticos generando por lo demás una serie de complicaciones normativas administrativas para el Estado boliviano.
La Constitución como creación normativa ha logrado muchas cosas a lo largo de la historia pero nunca ha podido detener balas ni tanques.
Atte,
César
debate@ucv.cl
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